La revista Parabrisas le realiza el road test al De Carlo SL y fue la prueba número 37, que apareció en el número 52, de la revista, que correspondió al mes de marzo de 1965. El año anterior la misma revista argentina, especializada en el mundo automotor, había publicado una nota sobre el lanzamiento del De Carlo SL. Hoy veremos ese road test, tal cual como fue publicado en su momento.
Road test 37 de la revista Parabrisas 52 de marzo de 1965. |
Tomando como base al De Carlo 700 Glamour la empresa Metalmecánica SACI rediseñó la carrocería y fabricó el De Carlo SL. El motor era el mismo, que se fabricaba bajo licencia de BMW (Bayerische Motoren Werke AG, Aktiengesellschaft, sociedad anónima) en la localidad de José C. Paz en la provincia de Buenos Aires.
La carrocería guardaba una similitud con el SIMCA (Société Industrielle de Mecanique et de Carosserie Automóvil) 1000 y el Renault 8. Los cánones de diseño europeo de aquellos años habían elegido una forma encajonada para las carrocerías de los autos. Hubo varias marcas que lanzaron modelos con este tipo de carrocería.
El De Carlo SL solo se construyó en Argentina, ya que el diseño era local. No hubo otro país donde se lo fabricara. A diferencia del De Carlo 700 este nuevo modelo traía ventiletes en las puertas y un baúl más grande, que su antecesor.
Como dije mecánicamente era idéntico al De Carlo 700. Aunque le faltaban ajustar detalles de terminación en la carrocería. Como los burletes de goma que se zafaban de las puertas. Hay que recordar que el De Carlo SL con tenía marcos en sus dos puertas. Por lo tanto el cierre de las mismas no era eficiente.
Road test 37 de la revista Parabrisas 52 de marzo de 1965. |
Otro detalle enojoso era que los cables de la bocina eran cortos y al girar el volante se cortaban. Los limpiaparabrisas no barrían una gran superficie, dejando zonas ciegas.
Pero no todas eran malas noticias para el De Carlo SL. El puesto de conducción era muy bueno, además con un buen tablero que hasta tenía un reloj que era muy preciso. Un auto ágilpara el tránsito urbano de un bajo consumo de combustible.
Los frenos respondían bien para las prestaciones del auto y tenían la virtud de no cruzar el auto en la frenada. Lo que tenía era poco radio de giro. Pero ese era un problema de casi todos los autos chicos. Para no sacar espacio interno, dentro del habitáculo, se construían buches pasarruedas más chicos y esto restaba ángulo de giro de las ruedas delanteras.
En ruta podía mantener cómodamente los 85 kilómetros por hora sin problemas. Su velocidad máxima era de 107,3 kilómetros por hora. Les recuerdo que el De Carlo SL tenía un motor de dos cilindros opuestos enfriado por aire de una cilindrada de 697 centímetros cúbicos con una potencia de 35 HP SAE a 5.000 revoluciones por minuto y su compresión era de 7,5:1.
Road test 37 de la revista Parabrisas 52 de marzo de 1965. |
La prueba realizada por la revista Parabrisas se hacía en ruta, caminos de tierra y en el Autódromo de Buenos Aires. Allí se realizaban aceleración, frenado y velocidad máxima. Como también se comprobaba la tenida en curvas y estabilidad del vehículo.
Pese algunos desajuste de terminación en líneas generales el De Carlo SL era un buen auto chico, ideal para transportar a dos adultos en viajes largos con dos niños en el asiento trasero. Solo en viajes cortos convenía llevar adultos en el asiento trasero, dada el poco espacio reinante.
Un auto muy ágil en la ciudad, si se lo sabía manejar, es decir no dejarlo caer de vueltas y hacer muchos cambios. Este tipo de auto chico era de andar muy nervioso con muchas vueltas arriba. Así solo se podía aprovechar su máxima capacidad y colarse en el endiablado tránsito porteño.
Hoy vieron y leyeron el road test completo del De Carlo SL, gracias a la revista Parabrisas y a Julián Pérez que me ayudó en la digitalización de la nota.
Mauricio Uldane
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